miércoles, 3 de junio de 2015

Una tarde cualquiera

Era una calurosa tarde de verano. Yo bajaba al bar como cada tarde, a tomarme una cerveza y a charlar con mis amigos.  Cuando llegué, todo parecía normal, Raimundo ya llevaba su tercera caña, Manolo, contando la misma historia de siempre y Pedro, que siempre le escuchaba, aunque ya se la supiese de memoria. No advertí el peligro hasta que una voz susurrante dijo mi nombre. Fue cuando me giré hacia la esquina más apartada  del bar, que lo vi, con la mirada puesta en mi, deseando pegarme una paliza.
El hombre se acercó a mí corriendo, con toda la intención de pegarme, yo como primera reacción, pues..., también salí a correr en la otra dirección, pero mis amigos me lo impidieron, gritaban que peleara como un hombre, estaban ya borrachos. Ante esta situación me preparé, puse mis puños para el combate y fui directo hacia aquel tipo que sin razón alguna pretendía golpearme.
No recordaba nada, me desperté en una camilla de hospital y me encontré a mi esposa y a mis hijos llorando de felicidad, resulta que había estado en coma durante tres meses, si ya estaban a punto de desconectarme. Más tarde me contaron que el tipo que me golpeó me confundió con otro que se estaba tirando a su mujer, vamos, lo típico...

VECTORES

Un vector es un segmento orientado que se determina por dos puntos, Ay B, y el orden de estos. El
                                                                                                                                 →
primero de ellos se llama origen y el segundo se denomina extremo y se escribe AB.